Las Cuevas de Bellamar, el monumento más antiguo de Cuba

Cuevas de Bellamar Cuba
Según dicen por ahí, las Cuevas de Bellamar, en Matanzas, datan de solo unos 300.000 años. Así que no son tan viejas como parecen. Jeje.
Según nos cuenta el guía que nos acompañó en el recorrido, fueron descubiertas en 1861.
Y son como podrás leer más abajo, el Centro para visitantes más antiguo de Cuba.
Hasta aquí hemos venido desde la Habana; con toda intención de conocerle. Bueno, yo la he visitado muchas otras veces en mis tempranas infancias… Pero el resto de los viajeros de hoy no. Así que, ¡manos a la obra! O mejor dicho, ¡pies al camino!
Cuevas de Bellamar Matanzas: ubicación
Por si deseas colocar la ubicación de las Cuevas en el gps te doy ambas nomenclaturas: 23.02531-81.54203 / 2FG5+45J
Se hallan al sureste de la ciudad de Matanzas, por la Carretera A Las Cuevas (muy sugerente el nombre de la calle).
La verdad es que a pie puedes llegar bien aunque está lejos del centro de la ciudad. Lo mejor es que tomes algo que te acerque y luego caminas. No tiene pérdida. Además, todos saben de las famosas Cuevas de Bellamar. Le puedes preguntar hasta a los perros que veas deambulando.
No te comento sobre la transportación pública, porque lo cierto es que no existe en este 2025.
Nosotros nos quedamos en la parada que llaman “los pinitos”, en la calle que sale a Varadero, y caminamos hasta las Cuevas. Te recuerdo que uno de los integrantes de la gran comunidad viajera es una niña de recién cumplidos 11 años.
Las Cuevas de Bellamar: una deuda cumplida
Desde hace años poseía entre mis deudas familiares viajeras, mostrarle a mi bebe Lucía (ya goza de los años de la pubertad) el Monumento Nacional más antiguo de Cuba. Y sí, como lo lees, las Cuevas de Bellamar Matanzas son el Museo más antiguo de esta isla.

La verdad es que este conjunto cavernario es una pasada, pero de las grandes. Se accede a través de la apertura abierta por el propio descubridor en la cual se levantó un museo donde se exhiben diferentes tesoros de estas tierras.
En el mismo edificio tienes una sala 3D donde te presentan muchos otros tesoros a los que no podrás alcanzar por encontrarse en lugares casi inaccesibles para el turista o están prohibidos para su preservación.
Nos cuentan que se encontraron restos de animales vertebrados de eras tan antiguas a las que la memoria no puede acceder. Además, en otros conjuntos cavernarios, pues Bellamar no es el único en esta zona, se descubrieron cementerios aborígenes y otras muchas pruebas de asentamientos aborígenes.
Uno de los representantes directos que atestiguan esto es el esqueleto de una joven que dicen tenía 16 años y que fue traída de cavernas vecinas.
En estas Cuevas de Bellamar no fueron descubiertas por los indios caribeños, pero muchas son las maravillas que podrás ver en ellas: esas formaciones espeleológicas y cristalográficas, helicitas, estalactitas y estalagmitas tan grandes que llegan a unirse varias de ellas.

Otra de sus atracciones son los arroyos subterráneos que le atraviesan por varias partes. Regalo natural que los lugareños aprovechan para contarte historias y leyendas como la de la Fuente de la Juventud. En la cual nos lavamos la cara hasta desgastarla de tantas caricias. (Todavía espero rejuvenecer en estos días…, o volveré allá para que el guía me devuelva el dinero). Jajaja.

A mí en particular, lo que más me atrajo fueron esas formaciones tan alocadas de cristales de calcio. Lo mismo en forma maciza como disparatada. Como si la cera de muchas velas se hubiesen detenido en el tiempo y el espacio después de una explosión. Mirad estas imágenes.


El guía nos cuenta que muchas de estas expresiones soberbias de la naturaleza profunda solo se hallan en esta Cueva, y son las únicas del planeta. Aunque a mí se me parecieron a algunas que visité en el Valle de Viñales.
Te digo que muchas de las imágenes que verás acá parecen sobrenaturales.
Algo de historia
Cuenta la documentación histórica que un día, por allá por el 1860, mientras el trabajador chino José Wong trabajaba en las minas de cal, con su barreta (un hierro como jabalina para picar piedras), se le desapareció de las manos. El suelo se la tragó como por arte de magia.
¿Cómo imaginar el tesoro que se hallaba bajo sus pies? Imaginaos al señor José quejándose de la pérdida de su herramienta… Pero cada zapatero a su zapato.
El dueño de aquellas tierras, el español Manuel Santos, quien poseía una chispa ágil para los negocios descubrió esta bóveda descomunal de cavernas y pasajes subterráneos que se sucedían por unos tres kilómetros… Y al momento se le alumbró el bombillo. (Ojalá y en la Cuba actual tuviésemos Ministros con esas ganas de…)
Tanta fue su confianza en el valor turístico de aquel tesoro, que al instante se dispuso a condicionar el descenso y los detalles pertinentes para recibir a los visitantes.
Vaya forma de emprendedor y visionero. Con premura, el 22 de noviembre de 1862, ya abría sus puertas de manera oficial el recinto expositivo más antiguo de esta isla, las inigualables: Cuevas de Bellamar, Cuba.
Cuevas de Bellamar Precios
Junto a nosotros entró un Turista Canadiense. Y escuché, cuando le cobraban en la taquilla que le dijeron 10 dólares. Pero a nosotros nos cobraron 50 pesos, más 50 pesos por entrar un dispositivo electrónico para tomar fotografías.

Viaje de amor y familia
Y aquí estábamos nosotros, 1ro de noviembre de 2025, 163 años después, ansiosos por visitarla. Les dejo algunas imágenes que tomamos en este viaje para que vean cuánta grandeza.
En otro post les relataré sobre este viaje en general y las maravillas que disfrutamos en el mejor fin de semana de mi vida.
Gracias a ustedes por ser mis sobrinas y sobrinos en la distancia. Les quiero un montón.
Con cariño de mochilas y aventuras,
vuestro Tío Lucio el Viajero.




¡Nos vemos!


