Relatos de Viajes

Un domingo en la Habana Vieja con Sasha y Lucía

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Solo fue un domingo, pero acaso debiera llamar a este post: El viaje más bello de mi vida. Por primera vez en años, paseo con mis dos niñas juntas.  

Salimos de la Lisa en una 222 rumbo al Parque de la Fraternidad. Caminamos por detrás del Capitolio, esa joya hermosa y corpulenta de la Arquitectura cubana. Pasamos por el Cinecito de San Rafael. Esta vez estaban las mismas de casi siempre: Moana a las 12:30, Rapunzel a las 14:30 y Los Croods a las 16:30.

De pasada

Es imposible caminar por aquellos parajes sin poner los pies en el Gran Teatro de la Habana (desde hace un tiempo le llaman Alicia Alonso). Como mi hija Lucía es bailarina española no paso por este edificio sin que recuerde la primera vez que vi al maestro Veitía interpretando Carmen, con el Ballet Español de Cuba, en la Sala García Lorca.

Aquellos pies incansables taconeando sobre la mesa cómplice…

Nada como la alegría de las viajeras.

Continuamos camino a través del Parque Central por toda la calle obispo hasta San Ignacio, donde tiene su sede el Teatro la Proa. Esta vez estaban presentándose en la sala alternativa del Teatro Museo El Arca, frente a la Bahía de la Habana. Por si deseas ir, está casi al frente de la Terminal de Cruseros, a pocos pasos de la Plaza de San Francisco de Asís.

Títeres a la vista

Como este mes presentan Entre Quesos y Ratones, la volvimos a ver. A Lucía le encanta. Dice que le gusta mucho porque hacen preguntas… A Sasha no le agradó tanto; aunque me dice un siíh, de esos prolongados por pensamientos dispares a la voz. Pienso que es una obra para niños más pequeños. Mi linda Sasha ya tiene 10.

Una de las ventajas del Museo Teatro El Arca es su posición. A dos pasos de las principales plazas de la Habana Vieja, frente a la Bahía, delante del Cristo que te llama con su figura sosegada, el Teatro de la Tercera Orden, la Alameda de Paula, el Parque de la Maestranza, la Terminal de la Lanchita de Regla y Casablanca: no están prestando servicio en estos días, parece que las tienen en un centro de aislamiento. Este teatro ofrece sus funciones, por lo general, a las 3 de la tarde. Tiene dos salas, la Principal, por su entrada, y una alternativa, en los altos a la que se llega por el costado del edificio.

Plazas Coloniales de a Habana_Lucioviajero.
Plaza de San Francisco de Asís. Lucioviajero

Al acabarse el espectáculo, corrieron las niñas a San Francisco de Asís, en busca de palomas; solo que esta vez estaban ausentes. Quizás tuvieron miedo de los turistas con Corona Virus. Por cierto, creo que este fin de semana habían más personas por esta parte de la ciudad. Poco a poco, las familias le pierden el miedo a la calle y recorren los mismos sitios de antes de la cuarentena. También es cierto que muchos persiguen las colas de las numerosas tiendas de Obispo.

Almuerzo

El almuerzo de siempre: una pizza. Por cierto, no vendían pizzas en Obispo este domingo. Por un instante me estresé. Para conseguir el preciado almuerzo a “bajo costo” tuvimos que recurrir a una de las estrategias de viajeros. Le preguntamos a un bicitaxista que descansaba: –la otra calle es Cuba, baja a la izquierda tres cuadras y verás una pizzería.

¡Deo Gratia! Así lo hicimos. ¡Bingo! Las pizzas esperaban por nosotros. De regreso rumbo a la Plaza de Armas, aprovecho para husmear entre los espacios vacíos de las puertas del “Garaje del Historiador”. Aquí te dejo un par de fotos.

Caminos

Los caminos eran muchos y el tiempo escaso. Comenzamos por discriminar el Picnic en el Cristo de la Habana, porque Sasha quería entrar a Bellas Artes. A Lucía y a mí nos viene bien cualquier sitio, en realidad los hemos repetido todos; y algunos de ellos, en numerosas ocasiones.

Llegamos al edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes (el inmueble es el Centro Asturiano, frente al Hotel Manzana de Gómez) a la 1:50 de la tarde: cerraba a las 2. De paso aprovecho para decirte que su horario es: de Martes a Sábado, de 9 am. a 4 pm. y los Domingos, de 10 am. a 2 pm.

Caminamos por su portal conjurando la futura visita con Sasha. Es una deuda obligada, a todas luces.

No quedaba más. El Cinecito era la opción ganadora en esas circunstancias. Vayamos, pues, a ver Rapunzel. Por cierto, a mi juicio, es la que contiene el mejor argumento y la menor cantidad de gestos de vanidad y artificio, de todas las pelis de Barbies.

¡Malecón!

Malecon Habana y el morro

A Sasha se le antoja ver el Malecón y a mí el no regresar a su casa para no tener que “devolverla” tan pronto. En verdad ya estamos retrasados para la hora acordada y, como mínimo, a 2 horas. Bajamos por el paseo del Prado en un capítulo de Cecilia Valdés. Pensar que es la misma Habana de 1800…, con sus paseos desde la Plaza de Marte al Castillo de la Punta.

Muchos pescadores y pocos peces. El sol era una delicia, intenso pero no tan caliente. Aprovecho para contarle a las niñas un poco sobre la Habana de tiempos fundacionales y del lugar donde nos encontramos, las marcas, la ciénaga que existía, esa maravillosa fuente de agua dulce, potable, al lado del mar, que abastecía a toda la ciudad amurallada. Miramos al morro por un rato y les cuento de corsarios y piratas, de por qué se llama la Habana, donde se fundó y hasta les cuento que por debajo de la Bahía transitan los carros a través de una de las 7 Maravillas de la Ingeniería civil cubana.

Continuamos camino fustigados por la tardanza y la medida impuesta de retornar a cierta hora. Entonces, en la Plaza frente a la Embajada del Reino de España, la gran Madre Patria, como le llamara el poeta, sucedió el episodio más inesperado y feliz de estos últimos meses.

Estallido de Placer

Ver cómo un hijo te demuestra su amor, de manera espontánea, es la mayor fuente de felicidad física que podemos experimentar. Puedes pasarte todo un día de mimos y caricias. Ser loado y engrandecido por palabras de aprecio, agradecimiento, complicidad filial. Pero nada es comparable con un gesto espontáneo de amor.

Plaza Maximo Gomez Habana
A su lado ondea la bandera dominicana.

Comenzaba a caer el sol sobre la Habana, cuando Sasha me abrazó eufórica de agradecimiento. Caminábamos del Castillo de la Punta, a través de la plaza que homenajea a Máximo Gómez, el general de las tres Guerras Patrias. Cuando de repente, sin ton ni son, Sasha, que caminaba a mi lado se me abraza con fuerza. En ese instante no medió una palabra. Era el discurso más prolongado de Semiótica corporal que hubiese podido esperar.

Mis niñas son muy diferentes en todo. Esto, por desgracia, incluye la educación. Lucía es muy extrovertida, conversadora hasta el extremo, errática sin preocupación a dañarle. Sasha es comedida, con gusto por la exactitud, con miedo a la auto-proyección por cuestiones de estima. Esto, por supuesto, es fomentado por quien le cría, que le destruye toda seguridad personal bajo la perenne censura. (Cómo pueden existir mediocres así). Sasha teme a todo lo que le haga parecer equivocada; por eso calla. Mientras Lucía, criada en un entorno de apoyo paterno donde todo es lícito para quien está dispuesto a aprender…

Para que tengas una idea. Sasha le llama a su hermanita “La loca del barrio”. Lo más grande y serio en esto es cómo puedes ver a dos personitas con los mismos gustos y aficiones desenvolverse de manera tan distinta. Me recuerdan a Balzac y las Comedias Humanas.

Isabelle Lucía (6 años), es muy cariñosa y extrovertida. Ver afectos como este en mi bebé es fácil, de hecho los hace varias veces al día, aunque con la diferencia de hacerlos siempre acompañados de palabras complementarias como: Ay, papito querido, Uhmm, papi, te amo…

Sasha (con 10 años), es cerrada, silenciosa, calculadora, dada al estudio consciente. Te abraza y acaricia en momentos puntuales en los que sabe no se equivocaría en darlos. Es por ello que este abrazo ha sido la marca más grande que he recibido en mi corazón, en estos últimos tiempos. Tal vez, porque trae implícito cierto grado de dolor y alegría. Es la mezcla agridulce de un amor a medias. Cuando digo a medias, me refiero a la imposibilidad de darnos más.

Es difícil para un padre limarlo todo, pero es nuestro deber. Por eso, cada detalle que podamos, debemos usarlo para educar en amor, para enseñar en justicia a nuestra familia.

No les hablo más sobre esto.

Retorno obligado

El viaje fue todo un éxito. Por eso quiero desarrollarte, luego, un post sobre qué hacer en la Habana Vieja en un día. Te enumeraré muchas actividades, sitios de valor, lugares espirituales y/o felices a los que visitar si cuentas con pocas horas…

Tomamos el P-5 rumbo a La Lisa. Llegamos a casa de esta gente a las 6 de la tarde. Nos despedimos con cariño y terminé el viaje recitando la última estrofa del poema que comúnmente llaman La Bailarina española: vuelve fosca a su rincón / el alma trémula y sola.

Algunos enlaces útiles para tus Tours por la ciudad.

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Lucioviajero
Lucioviajero

Mi gente, soy mochilero de cuerpo y alma. Esta es mi bitacora de viajes. Acá les dejo mis aventuras, junto con mucha info útil para sus escapadas.
Nos vemos por las calles del mundo.

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