Ciego de Ávila, la Ciudad cubana de los portales
Tengo hambre. Entro a Ciego de Ávila, la ciudad cubana de los portales y me maravillo del centro de aquella urbe. Tiene sus encantos. Comienzo por observar las grandes espadas monumentales que tiene su Iglesia Mayor. Cuánta majestuosidad para alojar al Dios de los humildes y del amor eterno. Sobre lo inmenso yo diría agresiva. Alude más a la Santa Inquisición que a un culto cristiano. Me pregunto si conocerán al Cristo, a Jesús de Nazaret…
Pero, tengo hambre, y es uno de esos domingos calmados en los que pareciera no haber negocios en abiertos. Acá, en Cuba, “la Covid-19” se ha llevado casi todo lo que quedaba. Sin embargo, al menos los panes y las pizzas las había podido encontrar… Amenaza con hacer una tarde de ayuno, JAJAJA.
Aquí tienes el contenido de esta página 👇
El Boulevard más barroco de Cuba
Me encamino más allá del parque atraído por imágenes de una calle que sugiere un paseo hermoso. No me equivocaba. Desde la distancia era atraído por su belleza. Al punto, que al terminar de recorrerlo, mi alma viajera ha tenido la sensación calculada, de haber visitado el Boulevard más barroco de Cuba. ¡De locos! Realmente en este trozo de ciudad se amontonan tantas y dispares fachadas que no terminas de admirar una de un tipo, movimiento, época…, cuando caes en la siguiente.
En la Colonia Española se preparaba una carismática peña de boleros. Aunque no tenía la intención de entrar, no más a tomar fotos, uno de los encargados, me vedó la entrada. Parece que era solo para un público específico. Estaban realizando los preparativos. A mi regreso, desandando el Boulevard, pude sentir una de sus canciones archiconocidas representantes de ese género musical. Fue el toque de gracia antes del almuerzo avileño.
Nota personal: En todos mis post en los que hablo sobre la música que me encuentro por las calles, hago alusión a ella como géneros, aunque en verdad sean subgéneros. Por fa, no le tengas cuidado a eso. No es mi intención ser crítico de arte.
Pizzas
Encontré una pizzería estatal justo casi delante de esa Colonia Española. Tenía buena cara el local, aunque el trato fue pésimo y las chicas, chicos y ambigüedades, parecían estar dentro de una prisión siberiana con ganas de golpear antes de servir. Aunque parezca exagerado, les aseguro que no vi a uno solo de ellos llevarse bien entre sí, ni tratar con alegría a los clientes. De hecho, se sucedían las miradas cómplices entre los usuarios de: Ño, que fue eso…
La demora, bueno, esa no es calculable. Por el tamaño, podría decir que fue la pizza más pequeña de mi vida. En otro tiempo, si mal no recuerdo, le llamaban Bambinas. Gozaba de un sabor en término medio entre oxidada y agridulce. Tenía en mi mente el paladar de varios platos internacionales por el precio de uno. ¿Qué más pedir? Me encantó –el hambre hace milagros. Por cierto, como ya habían subido los precios me costó 15 pesos.
Esa fue una dura prueba que tuve que padecer en esta Marathon, pues, además de no llevar dinero, estas pizzas estatales, tres días antes costaban 5 pesos… Pero no fue la única prueba que me regaló Ciego de Ávila.
Uhm. Travel Money
Uno de los edificios republicanos que más me agradó fue el Bank of Canada. En contrapunto con este se encontraba mi cartera. Cuando rebusqué en ella solo llevaba 20 pesos y 5 cuc. Con los 20 pagué la pizza, pero y ¿qué hacía con la otra moneda? Comenzó una proeza post-Launch para intentar cambiar lo que ya nadie quiere. Esta es una clara demostración de los altibajos de la vida humana. Cómo puedes ser crucial, famoso, importante hoy: desposeído y malmirado mañana.
El problema, mi querido amigo, por si no lo sabes, a partir de este año cambian la moneda. Bueno, bueno, en realidad no sé si la cambiaron. Porque todo sigue siendo lo mismo pero llamado de otra manera; respetando las mismas medidas cuánticas.
El caso es que, al ser domingo en la tarde, la Cadeca estaba cerrada, los revendedores de descanso y los demás lugares acostumbrados a cambiar (todos los negocios y…) no los querían. De hecho, es frecuente que si haces un viaje a Cuba en enero de 2021 te encuentres con el cartelito improvisado de “No se aceptan CUC”.
¡Increíble! Ni los muchachos de los Bicitaxi, que son capaces de cambiar hasta monedas desconocidas por el Fondo Mundial. Brilló mi esperanza cuando uno de ellos me señaló donde vivía una muchacha que me los cambiaba con toda seguridad. Allá me lancé, para estar tranquilo. Tarde. La Alegría en casa del pobre dura poco. La amiga no estaba en la ciudad ese fin de semana. Probé un rato más y me resigné a dejar eso para luego; a pesar de ser una necesidad de índole mayor, me aguijoneaba el placer de mi viaje.
Ego viajero
Qué le podía hacer, una ciudad nueva, desconocida, me llamaba. Tanto más teniendo en cuenta que no era un viaje normal, sino una Maratón que solo me permitía observar los rasgos más visibles y representativos de cada ciudad visitada. A ella me entregué por un rato sin preocuparme más que por sus figuras y siluetas. El Parque Central, ya parque Wifi, como saben, es acogedor, limpio y espacioso.
A mí, como pudiste leer ya, me impresionó el porte de su Iglesia Mayor. Me gustaron mucho los portales y edificaciones del centro de la ciudad. Digo las del centro, porque es donde mejor se nota la identidad arquitectónica de cada pueblo; porque de las afueras, como cubano que soy, no tengo nada que ver. Todo lo demás es igual en cualquier parte de Cuba.
Un detalle chistoso, de mis andanzas esa tarde en Ciego de Ávila. En las afueras, junto a la maravillosa Carretera central, tienes el Zoológico de esta urbe. Allí encuentras un parque con una escultura representativa de acá y, lo cómico, en el muro que le enmarca pude leer: Wifi-Zoo. Tal vez no sea gracioso, pero me hizo reír un poco.
El eclecticismo plaga toda Cuba. Esta no será la excepción. Las edificaciones del siglo XX, en el centro, se conservan bastante. Por supuesto que algunas no conservadas. Es una lástima, porque pareciera que con pocos recursos (comparado con la necesidad de otras ciudades), se pudiesen reparar, para su esbeltez.
Me senté, como acostumbro a hacer, en la Plaza principal y respiré un poco el aire de aquella ciudad. La verdad es que fue la que menor tiempo me permití estar en ella. Tampoco me dediqué a conversar con nadie. Me sentía un poco abrumado, por tantas ideas. Esta es la mayor desventaja de realizar una Maratón por 7 ciudades. Llega el momento en que lo que deseas es detenerte, escribir todo lo que has guardado en tu disco duro; reflexionar sobre aquello que ves y que no has tenido tiempo de digerir porque una se superpone a la otra.
El Slow Travel es la Supra esencia de los viajes. La Madurez que se alcanza para el conocimiento pleno de lo que visitas. Yo, inmaduro en todos los sentidos, ávido aún de muchos espacios, paisajes y recorridos, no puedo hacerlo (al menos, no por ahora).
Prefiero viajar y recorrer el mundo en Maratones que me permitan abarcar más y más, sin adentrarme mucho, sin encontrar la esencia, en los inicios. Ya tendré luego, cuando crezca, la habilidad para hacerlo. Daría mi vida, como se dice, por un boleto a cualquier parte del mundo que fuese un territorio basto, inmenso. Es tan pequeña una isla; y más esta, encerrada por todas partes.
Sigo pensando que este es el Boulevard más barroco de Cuba. Me quedan unas cuantas ciudades por recorrer: Baracoa, Holguín, Guantánamo, Jibara, Camajuaní, Chambas, volver a Cárdenas. Hasta el momento, en mi lista de viajes, nadie le gana en esta disposición apabullada.
Es hora de marcharse
Al atardecer vuelvo a la Terminal de Ómnibus Nacionales –aún no he podido cambiar los 5 cuc–. El número que tenía lo perdí. No hay problema, era uno de los esperados. Significa que se mueve la cola de la Lista de Espera.
Me dijeron los locales que me parara en la calzada, por si algún carro se detenía. Al anochecer salí en uno de los camiones particulares de la Habana que me cobró 3 cuc hasta el Majá. Este fue el precio más caro de toda la Marathon. Le busco el lado bueno, al menos, cambié el dinero –pensé.
Tenía una falsa apreciación histórica de esta localidad que la recordaba más cerca de Sancti Spiritus. Pensaba terminar el trayecto caminando. Resultó que el Majá se encuentra a 19 kilómetros de la ciudad cabecera, por lo que no quise caminar hasta allá y terminé, de manera estúpida, tomando el Autobús de Ciego de Ávila al que me hubiese subido de quedarme en la Terminal. La memoria me jugó una mala pasada. Tenlo en cuenta.
Así terminó mi visita a Ciego de Ávila en esta Maratón por 7 Ciudades Importantes de Cuba, entre los excepcionales años 2020-2021.
Algunos datos arquitectónicos de Ciego de Ávila
En los primeros años de la colonia se tienen por asentamientos aborígenes más importantes los descubiertos al norte, por Buchillones y Cunagua. Entre los primeros Hatos se recogen el de Morón, en 1543 y el de Ciego de Ávila, en 1577. Como se ve estos nombres perduraron en lo sucesivo.
Luego de otros Hatos y corrales durante varios siglos se funda en 1840, en el que fuera su centro cultural ya establecido. Sobre su bautismo se recuerdan ambos: San Eugenio de la Palma y Ciego de Ávila.
Aunque en ella encuentras varios ejemplos de la Arquitectura colonial cubana, es una ciudad moderna. El grueso de las edificaciones del Centro Histórico de Ciego de Ávila, se construyeron entre 1907 y 1930. Teniendo en cuenta esta fecha, podemos esperar que el eclecticismo de esta ciudad supera a casi todas las demás urbes del país. Ten en cuenta las pinceladas Art Decó que podrás apreciar.
La Antigua Plaza Alfonso III data de 1800, pero su desarrollo abarcó varios siglos. El actual Parque Martí, su sucesor, termina por inaugurarse en 1995. Acá disfrutas de una Glorieta donde la Orquesta Sinfónica Municipal ofrecía al pueblo los conciertos, cada domingo.
Tienes varias obras emblemáticas de la Arquitectura avileña. Entre las más representativas se encuentran la Iglesia de San Eugenio de la Palma, terminada en 1952 y el Teatro Principal, de prestigio en todo el país. Pero lo más importante de este lugar debes verlo en su conjunto.
Cuando viajes a Ciego de Ávila disfruta de sus amplios portales corredores (que le dan nombre a la ciudad). Entre sus encantos constructivos tienes esos altos portales, columnadas con capiteles dóricos, jónicos y corintios, balaustradas, pretiles, frisos, uso de molduras… Ah, y todo ello en edificaciones de un solo piso.
La primera edificación de 2 pisos construida en esta urbe fue la Casa Balbín, que la puedes ver junto a la Cafetería “El Rapidito“, en la calle Libertad. Es un precioso exponente ecléctico de los tiempos de la neocolonia.
Finalmente, para rematar su forma alocada de construirse este pueblo, levantaron en el medio de la Plaza principal, ese edificio que destruyó todo el encanto neocolonial. Por desgracia, la historia de los pueblos camina con los tinos y equivocaciones que sus participantes le imprimen. ¿Qué le podemos hacer a eso?
Abrazos.
Ps: Luego te escribiré sobre los encantos turísticos de esta región, que se conocen más por sus grandes hoteleras en los cayos del Norte, Cayo Coco y Cayo Guillermo, en los Jardines del Rey.
✅ Reserva los mejores Free Tours por más de 100 países, en las ciudades más espectaculares.
GURUWALK CIVITATIS GETYOURGUIDE
✅ Uno de los mejores comparadores de vuelos.
✅ Si hablamos de hoteles, hablemos de grandes.
✅ El coloso de los hospedajes. Aprovecha los maravillosos lugares que posee, la facilidad de reservación y el diálogo con tus anfitriones…
✅ ¿Estás por organizar tus viajes 2021? Te dejo el enlace de una de las plataformas para más usadas por quienes gustan de salir de casa con todo pagado.
✅ El mejor seguro de viajes y, ¡el más barato! Y lo que más me agrada asistencia Telefónica las 24/7 (Incluye pediatría).