Bajo las Alas de tu compañía
Muchas son las maneras de obligarte a ser público fidedigno de alguna Compañía de Danza Española. En mi caso, no lo escondamos, aunque también sea amante del baile flamenco y las danzas españolas en general, soy papito feliz de una bailarina española.
¡Olé, y olé!
No cabe de otra que ser adicto de los telones y las travesuras coreográficas, bajo el amparo de una paternidad fidedigna.
Antes de continuar, aclaremos que este no es un artículo serio, mucho menos crítico. Y, ni remotamente, hablaré sobre el trabajo de la Compañía Alas. No os asustéis. No soy Julián del Casal…
Es solo una viñeta interesante de las que acostumbro recopilar en mi blog de viajes. Y para ser francos, hace mucho tiempo que le he venido postergando. Desde que le vi bailar en…, bueno, ya ni recuerdo cuál fue el teatro donde observé, por primera vez, a aquella musa desplegar sus alas.
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Tablado de gala
Luego de tantos meses vestidos de ensayos recurrentes, llega el día de la fiesta.
Una gran curiosidad nos impele. La multitud bulliciosa de quienes han venido (artistas y espectadores) llenan de placer y hasta de algarabía entrada, corredores, butacas y camerinos (pequeños) del Teatro de Miramar.
¡Enhorabuena! La Compañía de Danzas Españolas “Alas” amarra tacones de lujo y nos engarza un espectáculo tejido con las más variadas coreografías.
No era de esperarse otra cosa. En estos talleres donde confluyen zapatillas de todas las edades el asombro será siempre uno de los sentimientos más logrados.
Lo mejor de una gala como esta es su “conceptualización barroca de la danza”. ¡Jajaja! En la misma coreografía puede que rías o llores, aplaudas por admiración o por patriotismo; y al final, la simbiosis anímica logra el equilibrio.
En una misma “puesta en escena” tantos detalles paralelos (los escurridizos a la par de los meticulosos) nos regalan el aire fresco de este símil: como si la tabla fuera, tablado de corazones.
Las caricias a contraluz, los rasgos vertiginosos de los años de una carrera, las risas arrancadas de nuestros labios por una María Isabel extravagante que se roba el show cuando disfruta el escenario en una representación fortuita del burlesco teatro espontáneo, los pícaros gestos voluptuosos con alegorías a la Carmen por chicas seguras de disfrutarlo, los bastones, las mantillas, los sombreros…, y hasta los aretes cenicientos abandonados en el escenario de las superposiciones; mientras un apagón marcaría sus precisas doce campanadas.
Es agradable descubrir el precio de las fatigas, aunque ya se presienta. Parece una afirmación contradictoria. Pero como los atardeceres, todos iguales y diferentes. Así nos acercamos los padres a cada clausura de semestre: en espera del inconcebible y mágico acto de la realización personal de nuestros bailarines favoritos.
Así, entre asombros, caricias condescendientes y admiración fortuita degustamos de la gala de la Compañía Alas. Debajo les dejo una galería con las mejores imágenes que pude tomar. Disculpad mi desatino de enfoque.
Alas de luz
Pero, por apurado que me encuentre, no podría despedirme sin confesarle. Cuando hablamos de “Alas”, una luz superior le recubre con sus destellos oníricos sobre el escenario. Un ángel vestido de flamenco defiende cualquier reticencia que impida la afirmación.
Por suerte o desgracia, las categorías existen y los diferentes resultados también.
Muchas bailan, algunas muy bien; pero nos encontramos con pocas que saben volar. No me atreveré a nombrarle -más por mesura, que por cobardía.
En cambio, le dedico este subtítulo a quien engalana esta celebración con lo sublime de sus movimientos.
Argumento preciso de un baile flamenco
Cuando nos acercamos a las telas, apreciamos a los que hacen Arte y a quienes la viven. Con pocas palabras: “Tú” lo sientes de veraz.
No es acopio de técnica, ni perfeccionismo de ensayos vacíos. Es la luz de saberse artista. La manera grandilocuente de expresarse en el gesto creativo irrigado por la satisfacción propia que te hace transpirar Arte por todo tu cuerpo.
La música recorre esa imagen en un vórtice energético que obliga a la complicidad.
Y eso, de forma indudable, el público lo siente.
No me atreveré a decirte nada más.
Invitados especiales
En los años que he sido público cautivo de Alas varios han sido los invitados a sus espectáculos. En esto, las opiniones divergen, mas no tomo partido. Es un gesto estratégico que favorece por todos lados.
(…)
En esta ocasión, se compartió escenario con otros dos protagonistas.
Uno de ellos fue la Compañía “Fusión Flamenca”, bajo la dirección de Dunia Machado.
hemos recibido sus acostumbradas representaciones de las danzas españolas defendidas con esmero. Además de su abnegado apego flamenco, vale señalar su respuesta gustosa al trabajo comunitario. Valor importante a la hora de mirar a quienes son artistas legítimos.
Me consta, desde la experiencia personal.
Esta vez, Fusión Flamenca interpretó las coreografías: “El burrito”, “Del amanecer”, “A partir de hoy” y “Marcha de las panderetas”.
El otro invitado especial fue “Alma Flamenca”, quien nos ofreció la coreografía: “Malamente”.
Mis disculpas por no poder hablar más sobre ellos. Tendré que conformarme con darle mis gracias por su presentación.
Despedida tramoyista
Cómo esperarse otro colofón más hilarante cuando una artista se escapa de las tablas… Y su maestra es capturada in fraganti por los paparazzi, mientras le persigue en lindes de telones que cierran una vez más los contornos de la alegría.
Por suerte para ellas, se pierde toda evidencia cuando en la premura no enfoco lo debido. Jajaja.
Recién termina el espectáculo y nosotros, los espectadores furtivos, ya esperamos con ansias el batir de las nuevas Alas.
Abrazos flamencos.
p.s. Una lástima que el guión haya sido tan atropellado. Aunque, como por obra de la complicidad satisfactoria, al morir la gala hasta la electricidad se vio obligada a lamentarlo.
Ahora les dejo un grupo de fotos que, si bien no pude captar las mejores tomas, valen para representar el espectáculo que disfrutamos este sábado en el Teatro de Miramar. Comienzo esta galería con una de mis favoritas. Y, que conste que no es por estar presente mi hija, sino por el hermoso cuadro plástico que representó este instante.
8 Comentarios
Claudia
Genial, mi querido lucio. Como siempre me encantan tus palabras. ojalá estuviera por alla para ver este espectaculo.
nos vemos pronto
Lucioviajero
Mi niña, cuídate mucho y no dejes de caminar. Acá estoy, disfrutando del paraíso caribeño. Espero que la nieve te lleve suave… Jajaja.
Abrazos callejeros.
Tu tío Lucio el viajero.
Glenda Capote Lorenzo
Muchas gracias por sus palabras. Ha sido un gala muy intensa pero, como siempre, organizada desde el amor por la danza española e intentando que el espectador disfrute tanto o más que nuestras pequeñas al bailar.
Lucioviajero
Venga, pues. objetivo logrado. Olé y olé.
Daylen
Muy bonito el reportaje… haz descrito muy bien lo que sentimos cada uno de los espectadores cdo vemos el espectáculo así como las madres cuando vemos a nuestras niñas y niños volar y crecer, cada día mejor, poniendo más empeño y dedicación a eso que los apasiona. Gracias 🙂 🙂 🙂 miles a sus profesoras por la dedicación y entrega, por su paciencia y empeño en que cada gala sea algo mejor, nuevo e igual de espectacular e inolvidable
Lucioviajero
Eso esperamos a cada gala… Soy un papito feliz…
Daniela
Sencillo, cuidadoso y bello artículo que con sutileza comenta un poco de lo que no solo esta vez sino siempre hacemos en los escenarios.
Disfrutar viendo a nuestras niñas y niños divertirse en cada presentación es un lujo y alegría para nuestras almas, felicidad de esas que solo son capaces de transmitir los niños.
Lucioviajero
Así es. Esos niños y maestras son hilarantes. ¿No es acaso el mayor logro de las Artes, alegrar el espíritu de quienes le disfrutan?