Cayo Bariay: tierra de idilios y recuerdos
Como muchos sabemos, cuando el excelentísimo Almirante Don Cristóbal Colón arribó al Nuevo Mundo, lleno de la tan esperada satisfacción, dijo: “esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”.
Por fin, gracias a Dios, he podido estar allí.
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Cayo Bariay Cuba
Yo, como el Almirante, cargando solo con el deseo persistente y mi bitácora de viajes, arribé a estas tierras con la esperanza de hallar un Nuevo Mundo. Y lo encontré.
En mi lista de Cosas por hacer antes de estirar la pata, visitar Cayo Bariay era una de ellas. Exigía de mí. Me atraía en la distancia con llamadas susurrantes. Y cada vez que lo intentaba, el fracaso de un supuesto viaje se interponía.
Es 30 de diciembre y me preparo, como otras tantas veces, a pasar la nochevieja solo. Busco un pasaje en la “App Viajando”: Tren Habana-Holguín, para el 31 en la tarde. ¡Nada mejor! Hago la reserva. De esta manera, al tercer día de mi viaje y del 2023, llego a Cayo Bariay.
Es un sitio encantador, pleno de vida y naturaleza. Sin embargo, lo que más me agrada de este lugar es el aura mágico que le envuelve. Lo sientes. Sé que es absurdo lo que os voy a decir, pero en estos parajes vibra una música silenciosa que no puedes reconocer.
Monumento Cayo Bariay: Encuentro de dos culturas
Uno de los espacios que puedes visitar en el Parque Nacional Cayo Bariay es el Monumento al Encuentro de las dos Culturas. ¡Es sensacional!
Aquel conjunto majestuoso de esculturas que representan la unión, el conocimiento de ambos mundos con la llegada de Cristóbal Colón, es justo lo que corresponde a un lugar como este.
En medio de la nada, donde piensas que solo hay playas idílicas y vegetación típica de estos parajes te encuentras con este recordatorio de civilizaciones de columnas y estandartes frente al minimalismo esbelto del barro y el casabe. No digo más. Mirad por vosotros mismos.
Aldea de aborígenes cubanos
Según los estudios arqueológicos, en esta región habitaban los aborígenes cubanos llamados Taínos. Y por esas investigaciones se ha podido corroborar que este es el lugar exacto donde arribaron aquellos viajeros españoles y el sitio específico de la pequeña aldea de aborígenes cubanos que les recibieron llenos del temor a lo desconocido.
A pesar del actual mercado turístico, no se pierde la gracia del lugar. Es que esta vez, por suerte, el entretenimiento no disipa el valor tan profundo que respiras en este espacio peculiar.
¡Vaya, que es el punto por donde entró Cristóbal Colón! Nunca me sentí tan lleno de vida viajera. Jajaja.
La playa es indefectiblemente hermosa. Las arenas blancas y esos colores turquesa con verde esmeralda, riscos de piedras soberbias y llanuras de cocoteros, le hacen una cita con el paraíso. Pero no le veo como las demás.
Cayo Bariay no es una playa cualquiera.
Le observo, le cato, le escudriño de palmo a palmo. Imagino aquellos navegantes desesperados, ya con ansias de asesinar al Almirante temerario que les hizo salpar en un viaje destinado al fracaso y la perdición. Les veo saltando de júbilo y curiosidad. Siento el temor de los aborígenes cubanos ante los visitantes imprevistos. He sentido ese miedo…
Luego calculo las conversaciones, los ánimos, los intereses. Y, aunque haya escuchado mucho al respecto, y tuviese la imaginación más prolija; me pregunto cómo habrá sido realmente. Acá todo es subjetivo; entremezclado. Encuentras la parte correspondiente al turismo junto a los valores antiguos. La representación de la Aldea de aborígenes cubanos fue recreada a unos pocos metros de los descubrimientos arqueológicos de la aldea que mencionan los diarios de navegación. Todo está allí. Es el fenómeno más raro de un teatro superpuesto sobre el tablado y los telones de la realidad.
Mis cuatro apellidos son españoles. Pero hoy, analizo mi cuerpo delgado, mis costumbres nómadas, mis recursos rudimentarios de intercambiar feliz con la naturaleza… Y me pregunto cuánto habrá de Taíno caribeño en mi sangre canaria.
Siempre me agrada las conversaciones con los ancianos, los locales, los amigos y amigas que hago en mis viajes. Y si para ello contamos con guías encantadoras que te cuentan del pi al pa sobre detalles antiguos y mitos sobrecogedores, ni más que pedir.
La guía Yamila fue una anfitriona como Dios manda. De esas que no se callan y a quien puedes preguntarle no solo de la historia local que ya es mucho decir de Cayo Bariay, sino de hazañas y emplazamientos de los primeros habitantes de estas islas caribeñas.
Vaya, que me la comí a preguntas, como se dice en buen castellano.
Podría aprovechar para robarme sus palabras y escribirlas por mí. Pero lo más justo es que te las ofrezca con su propia voz.
Aquí la tienes.
Y muchos otros detalles que no grabé… Gracias, Yamila.
Por cierto, su nombre es aborigen.
Performance Aborígenes cubanos
En el Museo Aldea aborigen no solo observas lo que allí se expone como una aldea de aborígenes cubanos Taínos, sino que puedes disfrutar de un bar ambientado y un divertido e histórico performance referente a los cortejos matrimoniales de las costumbres aborígenes.
Es una danza descrita por los estudios que se tienen sobre la manera en que debían realizar un noviazgo los jóvenes taínos.
Para nosotros, al discurrir de los siglos, se torna alegre y divertida. Pero también profunda y misteriosa.
Los actores que realizan esta representación se encargan de ofrecerte un performance cargado de emociones, colores y detalles históricos bien comedidos. No te las ves con un simple espectáculo turístico. Es más un gesto de respeto patrimonial. Una defensa de valores albergados en estas tierras; que merecen permanecer vivos en la memoria de quienes necesitamos más allá de 1492.
Acaso sean los mismos gritos, las mismas dificultades que necesitamos franquear hoy para mantener a nuestras familias protegidas…
Al acabar el show por supuesto que termina la mística y llega la diversión turística de sesiones de fotos, risas, conversaciones, maquillajes a modo de souvenirs efímeros y destellos acalorados por el Ron Bacardí.
Gracias a los artistas y trabajadores de esta aldea que me permitieron tachar una de mis escasas deudas cubanas.
Qué ver y hacer en Cayo Bariay
Hablemos un poco más de lo turístico; de todo lo que puedes ver y hacer en este Parque. Mientras te narraba emocionado lo que encontré en mi viaje a Cayo Bariay casi lo mencioné todo. Pero te lo detallo acá para que tengas la idea clara, ya con intenciones de visitarle.
Mesón “Tres Naos”
Yo no lo sabía, o, al menos, no lo recordaba. Nao era una de aquellas naves de los tiempos de descubridores, corsarios y piratas… En este caso, la “Santa María”, la embarcación más grande, de las tres en las que llegaron los españoles a Cuba.
Este mesón es una chulería; un verdadero encanto de cara a la playa mística de nuestros antepasados. En él tienes una pequeña Torre-Mirador, un salón para cenar a lo español y un rancho al aire libre, representando un bohío aborígen.
Los precios están normales; ni muy caros, ni demasiado bajos. Para que os hagáis la idea, oscilan entre los 200 y 400 pesos el plato especial. Las jarras de cerveza nacional a 90 pesos y las chicas…, bueno, las chicas que le atienden son bellísimas y carismáticas. Bien que se entrelazan con la tierra más hermosa…
El inconveniente para quienes no aseguramos bien nuestra agenda viajera es que debes reservar primero antes de visitarle. La reserva puedes hacerla personal o vía telefónica en día anterior. Así que si pensáis viajar a Holguín, y visitar Cayo Bariay, bien vale la pena.
Acá te dejo su número de teléfono para cuando vayas: 24430766.
Todavía recuerdo las caricias melodiosas de su voz. Digo de la chica que me dio estos detalles.
Excursiones dentro de Cayo Bariay
Por mi parte, lo mejor sería caminarlo todo. Pero bien que se presta para montar bici, pues sus caminos son limpios y fáciles de maniobrar.
Otro de sus encantos es la Finca de Caballos que tiene casi a la entrada del Parque. Si te gusta, puedes realizar tus excursiones a caballo. Lamento no haber preguntado el precio.
Excursiones Gaviota
Por la conocida Agencia de Viajes Gaviota, quien rectora la mayoría de este tipo de excursiones en toda Cuba, puedes reservar un Excursión Guiada a la Aldea aborigen de Cayo Bariay.
Esta Excursión es en Jeeps y la realizan varias veces al día.
Aldea Aborígenes cubanos
Por supuesto que la mística de este lugar le hacen uno de sus imperdibles, de sí o sí. Os podéis quedar sin comer, sin bañarse en la playa, sin disfrutar de la exuberante, sin montar a caballo, sin respirar… Pero no podéis perderos el Monumento al Encuentro de las dos culturas, ni el Museo de la Aldea Taína.
Por favor, esto es una pasada a lo histórico sublime. No sé si os habéis dado cuenta que he venido desde la otra parte de Cuba, solo a ver el tesoro de Cayo Bariay. Con toda la pena del mundo, pero debo reconocer que todo lo demás en este viaje, es secundario.
Como te comenté arriba, en este museo tienes algunas edificaciones identificadas con la vida de los aborígenes cubanos de esta región. Tienes una guía que te regala el mejor y más detallado de los paseos.
Puedes disfrutar del Performance sobre la danza taína de emparejamiento.
Y lo que más me agrada: las citas, inscripciones, sitios arqueológicos del lugar original, la réplica de la firma del Almirante, la copia de la Cruz de Parra, los totems taínos…
Excursion Cayo Bariay con Civitatis
Como es sabido, una de las mejores plataformas de Tours, Free walking Tours, Excursiones y Actividades guiadas es Civitatis.
Tienes 6 Excursiones guiadas desde Holguín con Civitatis. La visita al Cayo Bariay no podía faltar. Aquí tienes el enlace:
Cómo llegar a Cayo Bariay Cuba
Cayo Bariay se encuentra en el municipio Freyre, de la provincia de Holguín. Por supuesto que tienes muchas formas de llegar convencionales. Las más conocidas y organizadas, incluso con Civitatis, como te comenté arriba.
Pero quiero también dejarte la ruta de los más locos, los mochileros, los callejeros que nos movemos con los locales.
En Holguín tienes la Terminal que todos conocen como “Terminal Las Baleares”. Ahora tiene otro nombre que ni recuerdo yo, ni los propios habitantes holguineros. Pregunta por las Baleares. Ahí tomas algo hasta la comunidad de Freyre. (Cuidado, al llamar el autobus puede que le nombren Santa Lucía o Freyre.)
Desde Freyre, tienes que buscar algo que te lleve hasta la comunidad Fray Benito. Para ambos casos salen taxis comunes (Jeeps, almendrones…).
Ojo. Cuando vayas de Freyre para Fray Benito, debes estar atento, pues no tienes que llegar al final de ese destino. La entrada a Cayo Bariay está antes de llegar.
Desde la entrada hay unos 4 ó 5 kilómetros que puedes caminar si no vas muy cansado. Lo otro que puedes hacer es esperar a que te levanten al dedo. Como se dice en Cuba: coger botella. Tírale el dedo a cualquier vehículo que vaya para adentro.
En mi caso, salí caminando para el cayo y alguien un lado me recogió un tramo bastante grande. Luego continué camino a pie.
Despedida en ambos mundos
Mi gente, en Cuba solo me falta el Cabo de San Antonio como deuda viajera. Puede que hallan muchos otros sitios en este archipiélago que no haya visto y que tengan gran importancia. Pero les aseguro que no encontrarás, en toda esta isla grande del Caribe,
Solo me salta una duda: ¿cómo es que no forma parte de los patrimonios de la Humanidad?
Uhm, la UNESCO no sabe lo que se pierde.
Jajaja.
Nos vemos.
¡Que Dios bendiga todos tus viajes y aventuras!