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Viajes Interiores

De primavera a otoño, un reencuentro singular

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Mi aposento alto: un encuentro inesperado

Ser nómada tiene sus dificultades. Una de ellas se exterioriza en la rareza que te envuelve todo el tiempo. Al final, como bien lo dice el término, siempre serás forastero hasta en tu propia tierra; con aquellos que consideras tu gente, a pesar del amor y la “cercanía”. No hay cabida al despojo de la mochila y las rutas en tu cabeza. Por mucho que intentes disipar destinos e incrustar el ancla de tus pensamientos contra la roca del encierro, no tendrás éxito en doblegar tus pasos en el calmado mundo de los normales.

Eso soy: nómada de cuerpo y alma. Todo lo demás ronda las asperezas del fracaso. 

Sin embargo, como crecemos en medio de incongruencias y contradicciones, todos necesitamos un aposento alto. Sin importar cuan aislados podamos ser, es imprescindible un lugar apacible con bálsamos y sonrisas, al menos, en algunos instantes de nuestras vidas.

Hoy quiero hablarles de un oasis de esta magnitud. El Aposento Alto que encontré en la Habana, mientras andaba por caminos bielorrusos. Parece otra de mis inconsistencias geográficas; pero fue así. Un re-encuentro biposicional a 10 mil millas de distancia.

Sip. Este fue el mío. El que Dios me mandó en momentos de desamparo a gritos y pensamientos en lontananza. Cuando el tedio de mis encontronazos gritaba a raja tablas sobre el vacío de mis ausencias.

Hoy es mañana

Dios obra de maneras insospechadas. Me he dado cuenta que para nuestro Señor, muchas veces, el hoy es mañana; y mientras entrelaza los hilos del “destino”, mueve distintas vidas a la par, en busca de un fin común. Al igual que mantiene roles y propósitos al margen de aparentes sucesos irrelevantes para alcanzar el fascinante equilibrio sucesivo de interrelaciones.

Nada es dado al azar.

Él lo controla todo. Y permite esos encuentros más allá de lo esperado; pero sobre la base de una cotidianidad casi invisible o anti-premonitoria.

Rara vez podríamos darnos cuenta de la importancia futura de conocerse dos personas hoy, de intercambiar palabras en la estación del Metro, de saludarnos (de manera formal un par de átomos en el espacio infinito), de preguntar por qué lloras, de qué trata ese libro, compartir lo difícil que puede significar ser uno mismo, o la mirada fugaz en un mar de inapetencias.

Las oportunidades de conocernos de manera inusitada, y sin repercusiones aparentes son incontables. Y en una de estas visitas sin valor exacto para mí, mas inequívocas para Él, fue donde le conocí. El Aposento Alto. Uno de esos nombres distantes; la historia del Mesías conversando con sus discípulos íntimos. El lugar más insólito en el pensamiento. Espacio inusitado para repetir la caricia del Maestro, entre contingencias y diálogos.

Empero meditando en lo que es posible y lo que no, me extravío muchas veces en la verdad.

Sin embargo…

Él no se equivoca

Es como gesto divino de aseveraciones el responder a nuestras necesidades con detalles contundentes.

Eventos que responden al latir de las relaciones, de los encuentros fortuitos y hasta de los infortunios insospechados.

(…)

Aposento Alto, de primavera a otoño

Una travesía, un camino, una misión cristiana

En medio de las tormentas de la vida, encontré refugio y apoyo en esta comunidad, experimentando una transformación que redefine mi perspectiva sobre la fe, el amor y la camaradería cristiana.

No me agradan los discursos baratos, los panegíricos, ni las adjetivaciones sin valor semántico.

Puedo asegurarte que no soy el mismo desde que conocí el Aposento Alto.

Sé que es una expresión cursi para un mochilero, cuando sabemos que no se regresa igual de ningún viaje; pero estoy obligado a declararlo de esta manera.

Encuentro de Primavera

Fue a principios de 2021. Esther me lo presentó mientras pernoctaba en La Habana luego de mi primer Slow Travel ruso. Cumplimentaba una invitación de esas a las que accedemos por otras ambiciones (dos cultos el mismo día, que bien).

¿Puedes conocer lo mismo dos veces? Ya lo creo. Sí. Me recuerda las palabras en el libro de Job. A veces conocemos algo o a alguien sin conocerle de veras. O, si lo traduzco, la puesta en escena de otra acción le introduce en la Acción Base de nuestras vidas potenciando su presencia.

Sucesos, personas, lugares…, incorporados al guión sin previo aviso -y con atisbos protagónicos.

A pesar de ser Metodistas y yo Bautista Libre, conformó parte de mi agenda cristiana. No dejé de congregarme con mis “nuevos hermanos”. En definitivas, es una sola la Iglesia de Cristo.

Desde aquel momento le dediqué parte en mi pecho. 

¿Cómo rechazar dos por el precio de uno?

El Protector

Una de las aseveraciones que Jesús expuso entre sus discípulos fue: El buen pastor, su vida da por sus ovejas. Muchas son las virtudes a las que está llamado a cultivar un Siervo de Dios. A mi juicio, esta es una de las más importantes e influyentes en el sentir de la congregación que pastorea.

Por mi parte, podría exponer mucho más sobre él pero, suponiendo que leerá esta página, me limito a la expresión más escueta.

Sé que en tiempos difíciles valoramos más a quienes tenemos con nosotros. Incluso, él podría desconfiar que yo fuese como algunos que se apoyan en la amistad para desbordar ideas… Mas no es mi caso. Con la insolencia grandilocuente de las pocas palabras bien dichas, puedo asegurarte: mucho más que un Pastor, se convirtió en confidente, consejero, amigo.

Alexis mision cristiana el Aposento alto habana cuba
Alexis y la Palabra del Dios viviente.

Si mirásemos en el origen y la etimología, Alexios o Alexo (proveniente del griego) designaba a “el protector, el que ayuda o defiende”. Y su terminación is, representa el género masculino dentro de la gramática helénica.

En honor a su nombre, Alexis devino el instrumento que Dios usó para transpolar engaños y disipar angustias. 

No digo más. Tendrás que leer lo escrito en el silencio de mi agradecimiento.

Reencuentro en el otoño abstracto providencial

Hasta ahora te describí, con insuficientes y diminutas palabras mi hallazgo tras aquella visita formal. Como te decía, dos por el precio de uno: congregación y pastor en un mismo saco.

Mas el verdadero significado lo conocí, o reencontré meses después; cuando ya no podía verle en las tardes de domingo y el nexo físico nos separaba 10 mil millas o 14 horas de vuelo.

Te hablé de la importancia futura del presente y sus recovecos en historias cotidianas. El Aposento Alto ha marcado parte de esas experiencias. Lo tuve cercano desde el punto mismo en que le visité; pero fue en la distancia, navegando por interminables bosques desolados, donde reencontré aquel sitio -ya abstracto para mis emociones.

Allí, donde los osos arañan la corteza de los árboles y lobos saludan estridentes las sombras de la noche. No cualquier sombra, ni cualquier noche. Donde las fronteras se disgregan en anhelos; y las sonrisas, etéreas, se evaporan en sus cavidades de gases serpenteantes.

Sé que mi viaje comenzó en un momento difícil, marcado por desafíos y tribulaciones que me llevaron a buscar respuestas más allá de sus besos (besos de alguien ausente). Fue entonces cuando, de manera providencial, crucé el umbral de la misión cristiana. Fueron aquellos abrazos en la distancia, las promesas de intercesión, las cargas compartidas, quienes me impusieron entrar aun más en aquel amago de Iglesia insipiente, pura. El contagio del primer amor a pesar de mi lejanía.

(…)

Sanación

Esa comunidad se reveló como un faro de esperanza en medio de la oscuridad. El apoyo mutuo, aunque solo sea en oración (y no le minimizo), se convirtieron en herramientas fundamentales para superar los desafíos personales.

En mi proceso de sanación, mostróme el verdadero significado del amor cristiano. Aunque muchas veces me pierda entre los espinos.

¿Eres inteligente?

Amigo, amiga, en una Misión cristiana como esta te esperan abrazos comprensivos, gestos insuperables, oraciones… Ya escucharás.

Testimonios de Transformación, milagros, destellos impactantes de la misericordia del Altísimo. Los panes y los peces. Pero sobretodo, la evidencia de la mano del Señor en tu vida. El encuentro con ese Dios Creador que desea educarte para alcanzar el carácter de Cristo y la vida eterna.

Víve la experiencia, y escucha la de los demás.

Estas historias reales ilustran el poder redentor de la fe y cómo la misión cristiana se convierte en un crisol donde las vidas se moldean y renuevan. Estos testimonios no solo son inspiradores sino también una evidencia viva de la obra transformadora que se lleva a cabo en este sagrado lugar.

Por mi parte, fue más que una simple experiencia; fue un renacimiento espiritual que sigue resonando en mi ser. Esta conclusión reflexiona sobre el viaje hasta ahora y mira hacia el futuro, destacando cómo la misión se convirtió en un faro que ilumina mi camino en la búsqueda constante de una conexión más profunda con lo divino.

(…)

Sé que a lo largo de esta reseña notarás muchos puntos en suspenso. Es que dentro de ellos hay mucho más que no pude escribir.

A modo de epílogo, extiendo una invitación a todos aquellos que buscan renovación espiritual y comunidad amorosa. La misión cristiana no es solo un lugar, sino una experiencia transformadora que puede cambiar vidas. Cierro este relato con una llamada a la acción, animando a otros a explorar, descubrir y experimentar la vivificadora realidad de una fe compartida.

¿No eres cristiano?

Vaya, si no eres cristiano, estás en el mejor sitio al visitar una misión cristiana. Te lo aseguro. No hay nadie como nuestro redentor. Aquel quien, a pesar de nuestras miserias, pecados y errores, fue capaz de regalar su vida, por nosotros. Regalarnos la vida eterna así de simple: solo arrepentirnos y creerle. Piensa en tu futuro, de verdad.

¡Dios te bendiga!

Despedida justificante

Quise compartir esta experiencia personal, no solo como parte de mi bitácora de vida, sino con la esperanza de inspirar a aquellos que buscan significado y apoyo espiritual en compañía de quienes sepan llevar las cargas.

Mi gente: ¡les deseo un viaje de renovación y amor en la Misión Cristiana!

Abrazos bendecidos,

Tío Lucio el viajero.

p.s. No puedo escribirles más sobre mis pensamientos fugaces, porque en medio de esas incongruencias me hallo ahora mismo en otro vuelo de Cayo Coco a Moscú.

Broma de Post Data

¡Vaya chiste que me he llevado! No es digno del hombre… (Jeremías 10: 23) Pues, venga ya, no he tardado ni un párrafo para aventarles otra de mis contradicciones. ¿Así que no podía escribirles más? Continúo elaborando esta pequeña reseña en otro vuelo, ahora de Moscú a Varadero.

¿Por qué os digo esto? Pues ya que os hablaba de la manera en que Dios concatena nuestras experiencias cotidianas… La post data que ahora les sumo -14 de febrero de 2024-, depende de aquel mismo instante en que redescubrí El Aposento Alto, el otoño pasado.

Resulta que mientras realizaba mi viaje de 5 días en Bici entre Russia y Bielorrusia, por “error”, jeje, me impusieron una deportación voluntaria a raíz de haber cruzado la frontera terrestre de estas dos naciones. Como la burocracia es ilógica, esta frontera es libre, pero no libre… En este punto no digo más, nunca he podido estudiar política.

El caso es que hoy, al arribar a Russia se me prohibe la entrada a la Federación Rusa por tener una deportación en Bielorrusia y como son amigos y tienen frontera libre…, bla, bla, bla. Como ves, chiste de viajeros.

Ya sabes, entro al Aeropuerto Sheremetyevo de Moscow y salgo sin ver la ciudad. No me ha dado tiempo, siquiera, cambiar el reloj de la máquina de escribir.

¿Mi consejo de viajero al respecto? ¡Puf! Ni idea.

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Lucioviajero
Lucioviajero

Mi gente, soy mochilero de cuerpo y alma. Esta es mi bitacora de viajes. Acá les dejo mis aventuras, junto con mucha info útil para sus escapadas.
Nos vemos por las calles del mundo.

4 Comentarios

  • Claudia

    lucioviajero tu como siempre escribiendo de tus relaciones
    hermoso ver que se quieren de tal forma
    si visito la habana alguna vez me llego por ese lugar
    ya tengo varias deudas contigo
    saluda a lucia

    • Lucioviajero

      Así es, mi querida Claudia. Lo cierto es que desearía poder escribir más sobre las personas a quienes conozco a caminar por esta vida.
      Acaso tendré que conformarme con las rápidas pinceladas sobre aquellos sitios o encuentros que más trastocan mi alma.
      Abrazos bendecidos.

  • Esther Rosales Sánchez

    Esta reseña me impactó tanto que hasta una lágrima afloró en mis párpados, sobre todo lo que pusiste sobre el pastor, confidente y amigo porque yo también tengo un sentir parecido hacia nuestro pastor Alexis.
    Que Dios te bendiga más y te siga dando mucha más sabiduría.

    • Lucioviajero

      Muchas otras palabras y sentimientos podríamos escribir sobre él, pero no soy dado a los elogios excesivos, para que no se sientan mal aquellos de quienes hablo… Con escuetas expresiones hablé sobre lo que representó para mí el Aposento Alto, mientras viajaba por aquellos bosques interminables de pensamientos cortantes.
      Lástima que no tengo más fotos. Luego subiré las que vaya encontrando.
      Dios te bendiga mucho más.

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