Viaje de Cienfuegos a Trinidad, por las entrañas del Escambray

Viaje de Cienfuegos a Trinidad: El Nicho-Guanayara-Topes de Collantes-Playa Ancón

Cuando se acaban las vacaciones con tu hija espléndida, tienes la obligación de compartirla con su mama y no la vuelves a tener en 15 días; no cabe otra que sumergirse en un Viaje de Cienfuegos a Trinidad por los senderos de El Nicho, Guanayara (Parque Centinelas del Río Melodioso) y Topes de Collantes… Para terminar durmiendo en la bella Playa Ancón.

Eso decidí hacer en este verano sofocador. Pero antes de contarte las peripecias de este viaje entre Cienfuegos y Trinidad por los senderos ecoturistas más conocidos de Cuba, te presento al Team de Amigos que realizamos la travesía.

La “Comunidad del Anillo”, jajaja. Mejor le llamamos “La Comunidad Viajera”. Surgió cuando le comenté a Tali, mi sobrina y compañera de innumerables viajes y aventuras la tristeza de quedarme preso en esta ciudad sin ver a mi bebe. Ipso facto tenía con quien realizar el trayecto.

Y a falta de uno, se unieron también su novio José Alberto, su cuñada “Raquel” y Dayner, otro de mis amigos soñadores. Creo que el 5 es un buen número para una aventura por la naturaleza. Según las estadísticas de los filmes de terror, alguno de nosotros podría albergar la esperanza de salir vivo.

Pues, venga, te presento a los protagonistas de este viaje de Cienfuegos a Trinidad a través de las montañas:

Senderos El Nicho-Guanayara-Topes de Collantes-Playa Ancón

Este fue nuestro itinerario. Contábamos a lo sumo con 5 días para atravesar el Escambray en nuestro Viaje de Cienfuegos a Trinidad y llegar hasta Fomento; donde nos aguardaba la reservación de retorno a la Habana (Dayner y yo).

Viaje de Cienfuegos a Trinidad atravesando el Escambray

El 16 de agosto salimos en dos equipos: Tali, “Raquel” y Albe desde Fomento y Dayner y yo desde la Habana. Nos encontramos en la Terminal de la Ciudad de Cienfuegos en la tarde para dirigirnos a Cumanayaguas, de donde comenzaría el verdadero viaje esperado.

Gracias a Dios, todo parecía arrancar con el pie derecho, pues al instante de arribar a Cienfuegos, tomamos otro transporte particular. Te comento que el precio de estos camiones privados entre Cienfuegos y Cumanayaguas tiene un costo de 50 pesos.

En la salida de Cumanayaguas tomamos algo hasta el entronque de La Mina, o El Nicho. No lo olvides si deseas hacer este recorrido.

De ahí comenzamos nuestro primer tramo a pie de esta travesía.

Por haber hecho el tonto te aconsejo que veles los vehículos que se dedican al turismo oficial entre Cienfuegos y El Nicho; pues en algunos de sus viajes recogen a quienes encuentran de mochileros caminantes; como nosotros.

Hicimos el tonto porque ya sabíamos que es necesario transportar a los trabajadores de El Nicho (nuestra oportunidad de botella), y nos sentamos felices en el primer bar que encontramos en el entronque… Donde se nos escapó el autobús todoterreno.

Las montañas más bellas de Cuba ya se alzaban delante de nosotros mientras la tarde languidecía y caminábamos sin saber a ciencia cierta cuánto ni qué nos esperaba.

La Odisea comienza: El Nicho-Guanayara-Topes de Collantes-Trinidad

Primera jornada. (16 de agosto, sobre las 6 de la tarde.)

El primer nombre conocido se presentó a nuestro lado.

Por desconocimiento preferimos dejarlo con la idea de abarcar la mayor cantidad de kilómetros posible. De todas formas -nos decíamos- la carretera parece estar fácil. ¡Míraos que poca cosa! Hicieron falta pocos minutos para que la pendiente nos diera la bienvenida real de lo que es El Escambray cienfueguero.

Antes de continuar. Las obligaciones más estrictas de este viaje eran:

1. Caminar al máximo,
2. Montar campamento antes de que anocheciera por completo,
3. Visitar El Nicho Cienfuegos, el Parque Centinelas del Río Melodioso y Topes de Collantes (los tres senderos ecoturísticos más importantes de esta región). 

Todo lo demás, era flexible y sujeto a cualquier cambio o deseo de la Comunidad Viajera.

Por esta razón, sin perseguirlo de veras, pero con el mejor entusiasmo, le sumamos la bella noche en Playa Ancón Trinidad y la visita a Playa La Boca, como despedida.

Sobre las 8 de la noche, cumpliendo nuestro itinerario, nos detuvimos para armar campamento.

Llevábamos un par de horas caminando, cuando ya las fuerzas comenzaban a flaquear en la primera jornada. Acaso no hayan sido más de 6 ó 7 kilómetros, pero era nuestro primer contacto con la subida a El Nicho, el paraíso sobre las nubes.

Levantamos las tiendas a orillas de la carretera. El único inconveniente fue que todos los que pasaban se “metían” con nosotros en oleadas de marcado asombro y bullicios juguetones.

Para la cena, si bien recuerdo: un mango de 3 libras, galletas, maní, refresco y unas encantadoras chicharritas de plátano.

El cielo se vistió de lujo para regalarnos uno de los espectáculos celestes más barrocos del año. Era espléndido ver tantas estrellas agolpándose en la simbiosis termodinámica de aquel techo infinito. Lástima que no pueda capturar con el lente semejante maravilla.

En la mañana nuestros cuerpos pedían correr cuesta arriba. Luego del desayuno comenzamos la caminata que pronto nos recordó la dificultad del relieve. Avanzamos hasta cruzar la comunidad de Charco Azul. La matemática se mostraba sin sentido. ¿Cómo era posible el constante ascenso sin bajar? Aquí, las funciones trigonométricas solo respondían a una tangente que tendía al infinito.

Pareciera que nunca finalizaban aquellas subidas. Como tampoco se detenían las burlas de los amigos locales cada vez que les contábamos nuestras intenciones de subir a El Nicho.

Yo maquinaba pensamientos de todo tipo. Estaba feliz de caminar por encima del nivel de la niebla, pero no dejaba de sospechar que la inclinación no terminaría jamás.

Por momentos esperaba que luego de cualquier curva nos encontraríamos con un precipicio que contrarrestara la extensa escalada. Sin embargo, tras cada silueta de pendiente, se encontraba otra subida. Escasas y pequeñas bajadas disimulaban nuestro jadeo aventurero.

Hasta que por fin, en una recta nos alcanzó el transporte de los trabajadores y médicos que atienden el Parque. En los siguientes días, este tipo de vehículo se convertiría en nuestro favorito (en boca de Dayner). Aquí te dejo una foto del сarro ruso Zil 131 (Зил 131)   que campea a sus anchas por aquellos terrenos.

Un regalo de Dios: El Nicho Cienfuegos

Segunda Jornada. (miércoles 17 de agosto, sobre las 8 de la mañana.)

Al fin nos encontramos en la entrada de El Nicho.

Qué les pudiese contar sobre El Nicho cienfueguero. Tantas son las hermosuras que alberga que te lo describiré por completo en un post solo para él. Esta vez te relato las primeras impresiones.

El Nicho Cuba Precios

Por desgracia casi siempre en todo lo bueno hay algo malo. Esta vez la papa podrida estaba en el precio. Por lo que puedo recordar de los demás, El Nicho tiene el precio más caro -diría exagerado- que he visto en toda Cuba; en lo que a senderos ecoturísticos respecta.

En honor a la verdad, tendría que decir que suena a injusticia y mala administración. Y esto lo digo sin ánimo de ofender (otros términos podrían ser usados). La entrada a un bosque protegido vale más que el salario diario de un alto profesional.

¡ CUESTA 240 PESOS ! 

Solo para tener una idea, vale 3 veces más que los precios que posee Topes de Collantes, su homólogo y quien es el rector de este Gran Parque Natural. ¿Cómo es eso posible? Ni idea. Espero que alguien decente se percate de ello y pueda corregir este “desliz financiero”.

Por otra parte, no es desconocido para nadie que el poder adquisitivo del turista cubano es muy por debajo del extranjero. Para que tengamos una idea del disparatado precio de El Nicho. Vale lo mismo para ambos turismo.

A modo de ejemplo les cito los precios de Topes de Collantes: 10 euros para extranjeros, 72 pesos para cubanos.

¿Por qué en El Nicho funciona diferente? Ni idea…

El Nicho Cienfuegos

Por otra parte, si dejamos de lado el “error” del precio, El Parque de El Nicho es sin dudas un hermoso sendero natural que irradia belleza por todos lados.

Los numerosos saltos, la flora del lugar y las pequeñas cuevas que posee le hacen legendario en el ecoturismo cubano.

Los senderos sinuosos e irregulares le revisten de un aura de profundidad descomunal. Sientes que te adentras en la selva tropical más auténtica, a pesar de los gritos y sonrisas de quienes disfrutan de un baño bien frío. Digo bien frío, porque hasta en este mes de agosto, el agua que brota de las entrañas de estas pendientes es de una baja temperatura atroz.

Ni preguntes, pues no me bañé como los demás chicos de la Comunidad. Alguien debía tomar algunas fotos de la piscina en la Poceta de Cristal. ¿No?

Si en algún momento me obligaron a entrar al agua fue por la capciosa estrategia de Dayner para lanzarme al agua en la Poceta de los Enamorados. Una piscina natural de aguas verdeazul esmeralda que cautiva por los ojos. Pero que te arrepientes hasta del amor cuando le pruebas a sus -50 grados de temperatura. Jeje.

En la cima, a mitad del Parque, tienes el Mirador del Hanabanilla. Fue el sitio donde se cumplió nuestra hora de almuerzo, para respetar una vez más nuestro itinerario.

Desde acá arriba tienes un agradable paisaje (que no le gana a otros, como el de Viñales (patrimonio de la Humanidad), ni al Castillo del Aire en Soroa, ni a La Gran Piedra en Santiago de Cuba), ni… Pero desde aquí observas una de las ensenadas del Hanabanilla -único lago intramontano de Cuba.

Adentrándose en el corazón de la montaña el sendero continúa hacia las cuevas que puedes visitar en El Nicho. Tampoco son de las más asombrosas de este país, pero bien valen la pena.

Mi atracción favorita de El Nicho Cienfuegos

Eso sí, y sobre todas estas bellezas no podéis imaginar cuál es mi favorita. La Ruta de senderos de El Nicho termina en una cueva mágica en la que, además de molestar a los pobres murciélagos, puedes observar la “cabecera” del río El Nicho, quien le da nombre al Parque y al poblado de estos alrededores.

Es una magia efervescente ver como brota de las entrañas mismas de la piedra. No es un ligero manantial, ni un arroyo de montaña. Es un caudal majestuoso, soberbio que rompe en el fragor, inmenso, para despeñarse en un relieve que le hace competencia, que le impone desafíos; de los cuales sale airoso.

Soy de estas montañas (Escambray espirituano) y no recuerdo un nacimiento de río tan violento. Este ha sido el espectáculo más cautivador que me ha ofrecido El Nicho Cienfueguero.

En su honor debo decirte que tienes numerosos saltos, despeñaderos y pocetas donde deleitar tu vista y enfriar tu cuerpo… Además, el avistamiento de aves aquí es variado y feliz. Así como el disfrute de la Flora. Es difícil para cualquier otra Reserva Natural cubana competir con la cantidad de Mariposas Blancas que hay en este entorno.

Si deseas almorzar, tienes varios Restaurantes dentro del parque y algunas Paladares particulares por fuera. El entorno en penumbras de los comedores es genial.

Los precios son caros. Si haces tu Viaje de Cienfuegos a Trinidad de bajo presupuesto, te aconsejo que lleves tu propia comida. Ah, y ve temprano a comer pizzas, porque luego no alcanzas.

Canopy El Nicho

Hace algunos años, en la Guía de Turismo de Naturaleza y Aventura que te escribí solo pude colocar tres estaciones de Canopy o Tirolesa que existían en Cuba. Ahora, en el 2022 me veo en la obligación de actualizar aquella guía porque desde hace un par de años han proliferado tanto las Estaciones de Canopy que las hay por todas partes. Incluso, tienes pequeñas tirolesas en los dos Parques Zoológicos de la Habana (Zoo Nacional y Zoo de 26).

¡Genial!

Acá, en el Parque El Nicho Cienfuegos, tienes una estación dividida en 5 tramos. Tiene unos 700 metros y, según dicen tiene varios niveles de dificultad, comenzando por el más fácil.

No la usé, porque con esto de los precios de El Nicho y mi bajo presupuesto viajero… Vale otros 240 pesos extras, fuera del megaprecio del Parque.

El Nicho Cuba Fotos

Aquí te dejo algunas fotos de El Nicho para que sepas lo que te espera si decides visitarle. Es un encanto de sendero. Luego te lo describo mejor.

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Aquí te dejo los Tours al Nicho Cienfuegos con Civitatis. Indiscutible las ventajas de estos Tours Guiados.

Parque Guanayara, el silencio de una noche

Miércoles 17, mediodía. 

Partimos rumbo al Parque Guanayara, Reserva Natural que posee entre sus encantos el Parque de reposo y disfrute de varios senderos ecoturístico “Centinelas del Río Melodioso”.

En esta zona, similar a El Nicho Cienfuegos y Topes de Collantes, posee un área de restaurantes, alojamiento, zona de acampadas, rutas de senderos encantadores, zonas de baño refrigerante, saltos y cascadas, cuevas, flora y fauna tropical en todo su apogeo…

No disfrutamos este parque. Acaso sea una de las deudas pendientes que justifiquen la próxima aventura a estos parajes. Fue nuestra jornada de camino más extensa de todo el viaje. Por mi reloj, no fiable, recorrimos unos 33 kilómetros entre El Nicho y Guanayara. Pero creo que si deben de estar entre 30 y 35 km.

Sobre las 8 de la noche nos detuvimos a comer y levantar campamento. No me considero desobediente, pero debimos acampar donde decía, no acampada. No lo hicimos por mala intención, sino por cansancio y hambre.

Refrigerio de repetidas galletas de sal, galletas dulces, maní, ensalada de pepinos, refresco, leche…

Aunque había luna llena, bajo la bóveda de los árboles, parecía una boca de lobos, no podías verte ni las narices. El concierto barroco de grillos, saltamontes, esperanzas, ranas, güijes y perros jíbaros se empecinaban en no dejarnos dormir.

El piso duro, la neblina que se descondensaba a través de una yagua de palma real como tortura iraní justo en el entrecejo, y un guajiro noctámbulo, bastaron para que tuviese la peor noche del trayecto.

Lo de la tortura iraní es porque yo viajaba sin Tienda, me escondía bajo un mosquitero.

Paréntesis Viajero: (Por si no sabes, el mosquitero es algo parecido a una tienda rectangular que en este país se usa para dormir en las casas normales. Es elaborado de tela bien delgada como de gaza. Es algo así como una red finísima que no permite las molestias de los mosquitos. En Cuba es un atuendo tradicional de las camas. Ya casi no se usa. La electricidad y los ventiladores le han suplantado. Luego quedó solo como parte de la cultura campesina, pero ya casi ni en entornos rurales se emplea. A Lucía y a mí nos encanta, es parte de la diversión. Cuando salgo de camping siempre lo llevo, por si acaso.)

Fotos Parque Guanayara Río Melodioso

Tercera Jornada. Jueves 18, 05:50. De pie.

Con todo dispuesto, y en ayuna, partimos rumbo a Topes de Collantes Trinidad. El santuario ecoturista de este país. El Plus ultra, donde se entrelazan las mayores y más diversas atracciones naturales, Terapias, Spa…

Paréntesis viajero: (Si eres extranjero con deseos de visitar Cuba, como ya he defendido varias veces, en la región central de esta isla tienes todos los encantos -todos- que puedes disfrutar. Si marcamos un radio digamos, de 200 kilómetros, como es frecuente hacer en los destinos turísticos. Te recomiendo Las Villas (Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus).

Te explico con pocas palabras. Trinidad posee el Casco histórico mejor conservado de toda Iberoamérica. Si amas el senderismo, tienes las rutas de senderos ecoturísticos que nosotros hemos visitado en este viaje. Súmale los senderos, tour fluvial y cuevas gigantes del Hanabanilla, único lago intramontano de este archipiélago.

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En la cayería norte villaclareña (cayo Santa María, Brujas, Ensenachos…) tienes la segunda barrera coralina más extensa del planeta. Cienfuegos, la ciudad francesa de Cuba te muestra un patrimonio urbano increíble, buceo en las mejores atracciones (el coral de columna más alto de América, con más de 5 metros de altura, buceo a través de barcos hundidos, laberintos) y Reservas Naturales como Guajimico…

Los mejores hoteles, y, sobre todo, las personas más agradables y espontáneas del Caribe. Doy gracias a Dios por haber nacido en esta región. Jajaja.)

Al amanecer estábamos de camino. El Parque Centinelas del Río Melodioso nos regaló una vista elocuente, pero no esperamos a conocerlo. Como aún estaba cerrado cruzamos por su apagado entorno lo más ágiles posible. Pero… ¿Por donde seguir? ¿Qué camino tomar?

El mapa del teléfono que usábamos (Albe y Dayner eran los navegantes) indicaba hacia el sur, mientras el camino se dirigía al naciente. Gracias a una tía fantasmagórica que nos dio más susto que otra cosa, despejó toda duda:

 -En aquel tope se tiran a la derecha y suben al llegar a una casa que está en la cima ese es el camino de Cienfuegos a Topes, doblan izquierda y a poco andar se encontrarán con otro camino. Ese es el de Jibacoa-Topes de Collantes. Doblan derecha y ya. Por ahí van a Topes.

¡Guao! Qué simple. Estamos hechos. A caminar entusiasmados con la compañía de una inmensa perra traviesa que nos mordía las manos y las piernas como gesto de cariño. Amo los animales. No lo tomen a mal, pero la perra aquella de casi un metro de altura, gorda y saludable, me tenía hasta las narices. No hubo manera de separarnos de ella sin espantarla a gritos y chorros de agua. Me dolió. Mas no hubo de otra.

La tía fantasma (de unos noventa años, vestida de blanco y casi sorda) nos regaló la certeza incierta de estar cerca de la nada. Esa mañana caminamos miles de kilómetros y no aparecía un solo detalle de los que nos predijo. El camino era incorrecto, la tía nos tomaba el pelo, o las distancias se difuminaban en su mente guajira.

Camina que te camina. Montaña sobre montaña y esta vez si existían profundas depresiones en las que se desvanecían los ánimos y observabas la carretera serpentear por la ladera de enfrente presagiando la siguiente escalada.

Aquello parecía interminable, imposible, cuando encontramos la primera señal de la tía. En la cima de la montaña más alta una casita le coronaba.

¡Joder! Si este es el primer detalle de la abuela no llegaremos a Topes de Collantes ni en septiembre. Un kilómetro más de escarpados parajes y estábamos en la carretera de Cienfuegos.

Una larga bajada, otra subida y, ¡tarán! Un carro similar al de El Nicho nos recogió (en Cuba se dice dar botella).

-Por favor, vamos a pie para Topes, hasta donde vaya nos sirve igual.

-Voy para Topes, suban rápido que estoy apurado -fue su respuesta.

¡Hurra! En nuestro itinerario contemplábamos la posibilidad de dormir en Topes de Collantes. Pero llegamos a horas de almuerzo. Menuda ventaja nos regalaron. Pero sin mucha fiesta, que ya la perderíamos luego.

Topes de Collantes, una vez más incompleto

Pocos recuerdos conservo de este lugar. Le visité un par de veces cuando niño. En esta ocasión llevaba planes de explotarlo con todas las ganas. Sin embargo, el viaje mutaba sus prioridades y me jugaría una mala pasada.

Lo primero era la diversificación de la propia Comunidad Viajera. Los intereses de 5 mochileros no acostumbrados a caminar juntos desvirtuaría el propósito. La mirada frente al cansancio no sería la misma y el deseo de conocer Topes se esfumaba frente a nosotros por una ilusión de tiempo que nos jugó la broma.

Paréntesis Viajero: (Ten esto bien presente. En las instalaciones oficiales de Topes de Collantes no se acepta pago en efectivo. Toda liquidación es de forma magnética.)

El primer error fue desconocer este detallito que ahora te regalo para que evites malentendidos.

Como te decía, los intereses de visitar Topes ya no figuraban en el plan. Ahora la playa llamaba con su canto de sirena. Para apresurarnos decidimos visitar el Salto más alto de Cuba, perteneciente al Parque del Altiplano y que se encuentra en Vegas Grandes; almorzar allí e intentar llegar a Trinidad lo antes posible.

Emprendimos el sendero hacia Vegas Grandes y, para sorpresa nuestra, debíamos pagar en la oficina central de Topes. Dayner y yo decidimos volver a la recepción para abonar el precio de entrada. Cuando la dichosa forma de pago nos rompió la agenda.

Al rato estábamos los derrotados en la salida de Topes de Collantes hacia Trinidad esperando un transporte que vino a pasar sobre las 5 de la tarde.

En cuanto al precio de los senderos de Topes, te comento que el valor es de 10 euros para los extranjeros y de 72 pesos para los turistas cubanos. Como ves, nada que ver con el precio de El Nicho.

Te dejo pocas fotos del Lugar. Acaso sea una deuda pendiente.

Fotos de Topes de Collantes Cuba

¡Excursión inolvidable al Gran Parque Topes de Collantes!

Playa Ancón Trinidad: ¡Pizzas!

El colofón de nuestro viaje de Cienfuegos a Trinidad nos esperaba en la Playa Ancón Trinidad. Vaya, que mucho pedir. Pero Dios quiso regalarnos el placer del baño en las cálidas y tranquilas aguas del sur.

En la Playa Ancón existen numerosos quioscos y vendedores hoy en día. Por lo que puedes gastar mucho dinero allí. Jajaja.

Al llegar casi todo estaba cerrado. Aun así pudimos comer unas pizzas (algo caras), con sabor a paraíso trinitario.

Por cama, la arena fina de Playa Ancón ofrece sus encantos placenteros. Tres días de camino, aunque no muy extenso ni permanente, también hacen de las suyas cuando te regalas un baño, un colchón de arena y un cielo estrellado a todo reventar de lucecillas.

Lástima que la Vía Láctea no se beba.

Acá conocimos a un amigo medio raro que mejor ni te cuento. Que te lo mencione Albe, quien primero le conoció. ¡Jajaja!

Playa La Boca Trinidad-Fomento

Cuarta Jornada. Viernes 19 de agosto.

Después de dormir en Playa Ancón partimos para Playa La Boca, pues de allí sale un carro para Fomento todos los días, a las 2 de la tarde.

Playa La Boca no es gran cosa. Es un litoral de piedra con pocos espacios de arena. Solo en la desembocadura del río tienes una amplia cala donde se acostumbran bañar las familias con niños. Los jóvenes prefieren jugar en la parte de las piedras porque es más divertido para los juegos de competencia y acrobacia cotidiana.

Lo cierto es que, después de dormir en Playa Ancón, La Boca no tiene mucho que ofrecer. Así que te aconsejo, si es tu primer viaje a Trinidad, visites primer La Boca y luego Playa Ancón; por realización de expectativas.

Nuestro primer impacto social (jeje) en esta playa fue la apropiación de un campo de tiro neumático. Observa a estos tres como se convierten en los grandes cazadores de la mañana.

Para el almuerzo nos lanzamos contra las pizzas. Playa La Boca tiene la peculiaridad de ser más familiar. Mientras Playa Ancón es más turística a todos los niveles, La Boca es más visitada por las familias porque es un barrio de casas de viviendas y de alquiler. Yo creo que casi todas las casas de La Boca se rentan. Al menos en los meses de vacaciones veraniegas.

Esto le ofrece mayor funcionalidad e infraestructura comercial. Acá puedes encontrar de todos los tipos posible de vendedores. En Playa Ancón veo que ahora le han construido numerosos quioscos y restaurantes que antes no tenía. Sin embargo, por su afluencia masiva de turismo internacional viene a ser como la playa pija; la del lujo, mientras que en La Boca siempre ha sido de esta forma. Te lo comento, por si te interesa viajar a Trinidad lo tengas presente; según tus intereses y presupuesto viajero.

Ah, si amas el pescado: La Boca es tu lugar favorito.

Viaje de Cienfuegos a Trinidad: ¡Adiós!

Viajar de Cienfuegos a Trinidad a través de estos senderos y carreteras de montaña fue una experiencia sublime. Estoy feliz de saber que valió la pena, a pesar de las insuficiencias.

¿Deudas? Tres. Re-Visitar la ciudad de Cienfuegos con más calma, caminar por los senderos de Topes de Collantes y El imperdible Casco Histórico de Trinidad.

Por último, a modo de despedida entre senderos ecoturísticos te ofrezco este consejo: Elabora la agenda del viaje con todos los miembros del Team en busca de intereses comunes específicos, bien claros; para que luego no se desvirtúe el propósito del viaje.

Otra de las maneras en que disfrutaría de lleno esta acrobacia mochilera es en Bici. Estoy seguro que nada hubiese sido mejor. La libertad de movimiento y el reto de las empinadas crestas bañarían el recorrido de adrenalina pura. Algo que nos faltó en este viaje.

¡Que Dios bendiga todos tus viajes y aventuras!

Tío Lucio el viajero.

¡Tour guiado desde Varadero a Cienfuegos, El Nicho y Trinidad en un día!

¡Excursión a las cascadas de El Nicho Cienfuegos!

Dayner y yo continuamos camino, pero eso es parte de otra historia…